Aparatos voladores que no necesitan piloto.
- INTRODUCCIÓN
En una sociedad basada en las telecomunicaciones y en la transferencia de información, alguien debe salir fuera a recogerla. Hasta ahora la información en el campo de batalla se recogía bien con misiones tripuladas bien a través de satélites de reconocimiento. Las misiones tripuladas solían estar formadas por aviones de reconocimiento del tipo U-2 o SR-71. Pero el inconveniente de este tipo de misiones es el gran coste que conllevan tanto a nivel económico, en caso de pérdida de la aeronave, como político, en caso de captura de los pilotos, o humano por las posibles bajas. Por otra parte, los satélites espía resultan muy caros y difícilmente asequibles para muchas naciones.
- APLICACIONES
El concepto de UAV surge de alguna manera para aunar en un mismo producto las ventajas de ambas técnicas de obtención de información. La primera ventaja de este nuevo sistema es quizá la reducción del tiempo necesario para seleccionar los objetivos, ya que se ha pasado de horas con las técnicas tradicionales a breves segundos.
Como además al emplear radares que permiten atravesar incluso las nubes, la calidad de las imágenes obtenidas es excepcional lo que ayuda aún más a precisar los objetivos. Por otra parte, su coste es reducido. Algunos modelos de UAVs están propulsados por motores diesel de bajo consumo y fácil reparación. Y por último, y puede que sea la ventaja más importante, permiten vigilar zonas sin necesidad de exponer a las tripulaciones, o a vehículos más caros, a situaciones peligrosas.
Aunque los recientes conflictos bélicos están poniendo de manifiesto también los inconvenientes de estos vehículos. Kosovo es un buen ejemplo de ello y ha servido de campo de práctica para mejorarlos. Durante la campaña bélica se comprobó que los UAVs resultaban bastante baratos, flexibles al requerir poco logística y podían permanecer un tiempo considerable en patrulla. Pero la guerra de los Balcanes también demostró la vulnerabilidad de estos sistemas con más de dos docenas destruidos tanto por las defensas antiaéreas enemigas como por problemas operativos durante su manejo (fallo en el manejo de los mismos).
Su manejo es relativamente sencillo y suelen estar controlados por satélite aunque se pueden llegar a dirigir desde cualquier unidad militar local como se muestra en el diagrama. A su vez, desde estas estaciones en tierra se puede suministrar la información recopilada para su distribución a cualquier parte del mundo bien directamente bien por medio de un segundo satélite militar. De esta manera la información puede ser distribuida a los especialista apropiados independientemente del lugar donde se encuentren.
La filosofía de diseño es muy variada dependiendo del consumidor final al que vaya dirigido el producto. El ejército de tierra quiere por ejemplo, aparatos de pequeño tamaño, fáciles de manejar y donde el alcance no es un factor fundamental ya que siempre se pueden aproximar lo suficientemente al objetivo. Lo importante es el bajo coste de operación por lo que se prefieren los motores diesel como sistema de propulsión. Sin embargo, la marina, sobre todo la americana, pide vehículos de largo alcance que eviten que sus portaaviones se aproximen demasiado al área de peligro.
Esto obliga a los fabricantes a crear grandes fuselajes para albergar el combustible necesario para superar grandes distancias. Además, la marina suele restringir también el empleo de carburantes muy volátiles que puedan poner en peligro de incendio sus naves. Por lo que en la práctica se emplean combustibles del tipo Diesel o Gasoil. Todo ello ha creado una familia de UAV que cubren prácticamente toda la demanda de los ejércitos con configuraciones y conceptos de diseño radicalmente distintos.
También en el campo militar se está comenzando a diseñar la próxima generación de UAVs: los llamados UCAVS (Uninhabitated Combat Air Vehicles o vehículos de comba