Adrián Ambrosio 
24/08/2023 
En esta ocasión, quiero hablaros de un asunto muy de actualidad. La inteligencia artificial aplicada a la formación de pilotos.
Primero como alumno y después como instructor he presenciado la evolución desde el papel y boli a la digitalización. Ahora la incorporación de nuevas tecnologías, como la realidad virtual, y finalmente la inteligencia artificial.
Vivimos en una época en la que todo queda registrado y digitalizado. Para un piloto de aerolínea, es habitual hablar del FDM (flight data monitoring) que registra numerosos parámetros de vuelo y nos permite recrear después eventos registrados para su posterior análisis.
La inteligencia artificial ha dejado de ser un concepto de ciencia ficción para convertirse en una realidad, y en una poderosa herramienta para la formación de un piloto. La capacidad de aprendizaje y el proceso de la información recibida de la inteligencia artificial, deja a años luz la capacidad del mejor instructor de vuelo que conozcamos.
La inteligencia artificial no puede sustituir a un instructor, ni mucho menos. Pero proporcionará la información y la guía correcta y adaptada a cada alumno para ir definiendo el camino en su formación.
¿Cómo integrar la IA en la formación del piloto?
Tradicionalmente, la evaluación de los pilotos se basaba y se basa en observaciones subjetivas. En exámenes escritos y en unos parámetros evaluables que dependen en gran medida de la aplicación que el examinador quiera darle. Esto puede crear situaciones injustas, tanto por defecto como por exceso a la hora de evaluar a un alumno.
Sin embargo, gracias a la IA, ahora es posible recopilar y analizar toda la información de un vuelo. Examinar cada movimiento, cada decisión tomada por el piloto y proporcionar una evaluación más precisa y adaptada al alumno. De esta forma se consigue un resultado mucho más beneficioso para el proceso de instrucción.
Esto permite detectar mejor los errores, anticipar ciertos «vicios» o «manías» del alumno, y en definitiva, hacer de la operación algo aún más seguro.
En la actualidad, la formación en aerolíneas busca la evolución constante, el aprendizaje continuo que mitigue de forma individual los posibles errores, carencias o debilidades de los pilotos. Creando así un mapa individual de las habilidades de cada piloto, y facilitando que se refuercen las partes donde el alumno puede progresar más.
Si aplicamos este concepto de IA (con la recopilación de toda la información de vuelos, de simuladores, de exámenes teóricos), podemos crear un programa de entrenamiento individual, personalizado y adaptado a la mejora integral y precisa de cada alumno, en la fase en la que se encuentre.
Cada piloto es diferente. Y cada piloto necesita de un entrenamiento personalizado que busque la optimización en el campo en el que más puede evolucionar y mejorar.
Sin duda, la inteligencia artificial, abre un montón de posibilidades en la formación de pilotos que requiere de un amplio debate sobre la implementación de esta inteligencia, dónde aplicarla, cómo aplicarla y con qué objetivo.
