Enrique L-A 
29/02/2008 
En esta guía Boneteareo777 ofrece ocho consejos que te ayudarán a afrontar las entrevistas de TCP
Antes de comenzar quería comentar que esto es solamente una guía, cada persona es un mundo y cada uno tiene una filosofía propia, un estilo y todos tenemos nuestros propios métodos personales. Simplemente la intención es la de orientar a aquellas personas que nunca han afrontado una entrevista y que pueden sentirse un poco perdidos. Está basada en mi experiencia como TCP y también a nivel personal, espero que os sirva de ayuda.
1. Mentalidad y mentalización
Lo primero, enhorabuena, acabas de recibir una gran noticia. Y como tal deberías sentirte muy contento, has dado el primer paso. La primera reacción puede ser de euforia, sientes que te vas a comer a los entrevistadores y que todo va a salir a pedir de boca o puede ser que no te sientas preparado y empieces a comerte la cabeza pensando que no te van a seleccionar y que no vas a poder cumplir tu objetivo.
El límite lo pones tú y tú eres tu propio límite, conócete a ti mismo. No dejes que los nervios te traicionen, más bien no dejes que tus propias ganas e ilusiones te derroten. Muchas personas muy válidas se quedan fuera por que se quedan atascadas en el peor momento.
No pretendas saberlo todo, ni controlarlo todo. A veces el conocimiento o desconocimiento de las pruebas no va a hacer que las pases. Conocer las pruebas que vas a tener que pasar es un arma de doble filo. Por una parte te puede otorgar seguridad y autoconfianza pero por otro lado te puede llevar a perder espontaneidad natural y capacidad de adaptación. Lo más probable es que al conocer las pruebas comiences a darle vuelta a que debes hacer, a qué es lo más idóneo y cuál la mejor respuesta y que empieces a maquinar y a maquinar, esta u otra respuesta.
Al final puede resultar que cuando te cambien ese patrón que tu mismo has preestablecido en tu mente, no seas capaz de reaccionar ante un giro que de el entrevistador o ante un cambio en las pruebas y tu mente no reaccione como tú esperas llevándote a un buen atasco y a la desesperación en mitad de la entrevista.
Así que creo que a veces, según las circunstancias, es casi mejor no conocer las pruebas, por ese motivo, no podemos controlarlo todo.
No estoy diciendo que sea conveniente dejarlo todo al azar pero dejar unos cuantos cabos sueltos puede hacer que tengas más confianza en ti mismo y en tus propias posibilidades si pensamos que tenemos margen de maniobra y capacidad de adaptación.
Todo empieza por uno mismo, si no tienes confianza en tí mismo seguramente nadie la va a tener por ti. En muchas ocasiones las entrevistas se convierten en un proceso muy subjetivo o de “primera impresión”, podríamos llamarlo “love at first sight”, jejeje.
Seguramente habrá muchos candidatos, pero tú no eres ni mejor ni peor, intenta siempre ser lo mejor de ti mismo, no mejor que nadie. Si te dicen que no has pasado, no significa que no valgas, quizás no sea tu momento, las cosas pasan por un motivo. Pero realmente tú sabes lo que vales.
2. Actitud
Hay que ser confiados pero cautos, quizás a veces sería mejor pecar un poco por defecto que por exceso. Una dosis demasiado alta de autoestima puede dar lugar a equivocaciones y podemos sin querer proyectar una imagen excesiva de liderazgo, sensación de ser intranquilos o, simplemente, parecer que estamos demasiado excitados.
Para todos los aspectos es bueno ser discreto y observador, creo que sobre todo lo segundo. Si eres observador/a te darás cuenta de muchas situaciones que te envuelven y podrás aprender de ellas. Intégrate y sé parte del equipo pero siempre mantén tu propia visión personal, no te dejes llevar ni por la euforia colectiva ni por un momento de bajón a nivel colectivo.
