Enrique 
06/06/2005 Bienvenido a un hermoso y relajante paseo por parte de la Patagonia chilena.
El país está totalmente condicionado por la gran cadena de los Andes, que recorre de norte a sur y como sabemos contiene en la zona la mayor altura del continente: el Aconcagua, de 7.019 metros. Esta disposicióndeja una breve franja utilizable en la que se integran regiones tan distintas como desiertos (Atacama), volcanes (Lascar 5.460m, Socompa 6.030m, Llullaillco 6.723m, Osorno, Puyehue y un gran etc.), bosques semitropicales, lagos (Llanquihue) y 4.700 km. de costa, desde Arica a Puerto Williams. Por supuesto están las islas de Juan Fernández y la isla de Pascua, en el Pacífico.
Todo ello permite, desde el punto de vista turístico, una variedad envidiable e inagotable de posibilidades, que sólo limitará el tiempo y la economía de que dispongamos. Entre esa variedad podremos elegir un turismo excursionista o, como en mi caso, de relax y antiestrés. Por eso en este relato me voy a referir al viaje realizado a la laguna de San Rafael, a bordo de la motonave Skorpios III.
La laguna de San Rafael es el resultado del extremo de un glaciar en retroceso en el sur de Chile. Todo el sur de Chile está compuesto por fiordos semejantes a los noruegos, que junto con las morrenas (arrastre de material que el avance del fiordo lleva en su cabecera) y algún que otro movimiento tectónico, provoca la existencia de unas 10.000 islas. Esto le confiere al lugar un paisaje insólito distribuido entre islas, canales y esteros, que es la denominación local para el fiordo.
- EL CRUCERO
Comienza en la ciudad de Puerto Montt, 1.000 kms. al sur de Santiago, tras un vuelo de 1’25 horas. Puerto Montt es la capital de la región de los lagos y punto de partida de las expediciones a la Antártida. De por si podría ser destino final, para apreciar su entorno, especialmente el lago Llanquihue y su prolongación por el estuario Reloncaví, o visitar el volcán Osorno, que conserva la cumbre nevada hasta bien entrada la primavera. Todo el entorno tiene rasgos propios al haber sido repoblada la zona en 1850 por colonos alemanes, quienes han dejado su huella en construcciones y costumbres.
EL SÁBADO zarpamos rumbo al sur con día radiante, buena mar y viento en calma desde Chinquihue (en lengua mapuche, hue significa lugar), para recorrer el golfo de Ancud y el archipiélago de Chiloé. El capitan Constantino Kochifas, descendiente de griegos, está a los mandos de la nave y además de empresario, como perfecto anfitrión, nos presenta el barco y el puente de mando como nuestra casa.
Allí puedo entender un poco esa navegación que él lleva haciendo 30 años, que para mi se revela como un misterioso laberinto de canales, islas y más canales y esteros, que él domina en todos sus sentidos. En la cena nos vamos conociendo y presentando mutuamente. El capitán pretende (y consigue) que seamos una gran familia y, entre otras cosas, nos anuncia que por la noche cruzaremos el Golfo Corcovado, que es la zona más abierta y de mayor influencia del mar y sus mareas, por lo que ofrece una pastilla a quien quiera dormir a pierna suelta.
EL DOMINGO pasamos por el canal Moraleda y, después de sobrepasar las islas Guaitecas, desembarcamos en Puerto Aguirre, una pequeña población dedicada a la pesca. Allí nos dejamos acompañar por niños del lugar, ávidos de contacto ya que el único contacto regular con la civilización es el domingo con los pasajeros del Skorpios.
Después del paseo reembarcamos y seguimos navegación al sur por los canales Ferronave, Costa y Pilcomayo, para fondear por la tarde en la bahía del fiordo Elefantes. Ya somos viejos conocidos quienes nos sentamos alrededor de la mesa. Intercambiamos experiencias, aventuras y bromas en un ambiente cordial y distendido.
EL LUNES nos adentramos por el río Témpanos con una navegación más dificultosa y fondeamos a unos 2.000 metros del ventisquero,que tiene una anchura de 1.200 metros. El graciar nace a 3000 metros de altura, 120 km. adentro. Estam
