avioneta calor extremoVuelve el calor, y con ello, los problemas asociados a las altas temperaturas: para el motor, para muchos componentes y especialmente para los pilotos.

Hoy vamos a hablar de cómo enfrentarnos a esta situación y cómo mitigar sus consecuencias.

Las altas temperaturas de verano llevan al extremo la capacidad de resistencia de los elementos. Hay que evitar que esta sobretemperatura provoque problemas serios.

El motor del avión y las altas temperaturas

Si el motor que vuelas suele tener problemas de sobretemperatura, un buen consejo es realizar ascensos escalonados. Esto evitará mantener a plena potencia el motor durante demasiado tiempo. Los periodos largos de vuelo a nivel permitirán una reducción temporal de la temperatura, y así no alcanzar temperaturas muy elevadas de motor y aceite.

Es posible que ciertas avionetas necesiten más tiempo para enfriar el motor. Incluso que debas reducir tu altitud de crucero para poder mantener una potencia que te permita mantener el motor en el régimen adecuado de temperaturas.

Ojo también con los descensos pronunciados tras largos periodos de alta temperatura. Pasar un motor de una temperatura muy alta a una muy baja también supondrá un gran estrés al motor y su componentes. Procura que todo sea progresivo.

Cuidado con la temperatura de los frenos

Si realizas vuelos de escuela, paracaidismo, etc, donde constantemente realizas aterrizajes con frenada, vigila la temperatura de los frenos. Un freno al «rojo vivo» no frenará y un neumático a muy alta temperatura puede sufrir un reventón en cualquier momento.

Para no hacer sufrir a los frenos en estas condiciones, trata de aterrizar con el mayor calaje de flaps, a la menor temperatura posible. Y sin comprometer la seguridad, frena lo menos posible, usando más metros de pista y frenando cuando sea necesario y a baja velocidad.

El piloto debe protegerse del sol y el calor

Por último, y tal vez el factor más importante, es el piloto. Que a veces olvidamos la salud del piloto cuando priorizamos el cuidado de la mecánica del avión.

Si dispones de ventanilla o aireadores, utilizalos, manteniendo la temperatura de cabina lo más agradable posible. Muchos aviones disponen de cúpulas, si es el caso, trata de protegerte del sol, con cortinas, parasoles o gorra. Refréscate e hidrátate de forma constante.

Protégete del calor hidratándote. Tenlo en cuenta y lleva siempre contigo una botella de agua para beber cuando el cuerpo te lo pida. Lee este artículo: 👉 El piloto y la hidratación en vuelo

Hoy en día es fácil llevar una pequeña nevera de playa con una botella de agua congelada. O incluso geles fríos para el congelador, que nos permitirán refrigerar nuestro cuello y cabeza, ayudando a mantener también la temperatura corporal dentro de límites.

 

Disfruta del verano, pero si vuelas, ten en cuenta todos estos aspectos antes de subir al avión.

👨🏼‍✈️ Buenos y refrescantes vuelos!