A bordo de la aeronave viajaban 216 pasajeros y 12 miembros de la tripulaciónEl A330 F-GZCP de Air France. Foto: Airliners.netUn A330 de Air France que efectuaba la ruta entre Río de Janeiro (Brasil) y París-Charles de Gaulle (Francia) desapareció de las pantallas del radar la mañana de ayer. El vuelo AF 447 debía aterrizar hacia las 11:10 horas (hora local) en el aeropuerto parisino, pero la compañía perdió el contacto por radio con el avión unas tres horas y media después de su despegue en Río, cuando éste sobrevolaba la isla de San Fernando de Noronha, en el Océano Atlántico.

A bordo de la aeronave, matriculada F-GZCP, viajaban 216 pasajeros de 32 nacionalidades distintas, entre ellos dos españoles, y 12 miembros de la tripulación: el comandante, de 58 años dos copilotos de 37 y 32 años un jefe principal de cabina, de 49 años y ocho tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) con edades comprendidas entre los 24 y los 56 años. Todos los tripulantes son de nacionalidad francesa excepto una de las TCPs, que es brasileña.

Desde ayer, los aviones de búsqueda escudriñan las aguas del Atlántico tratando de hallar los restos del A330. De hecho, tanto Brasil como Francia han enviado a la zona aviones y barcos de sus fuerzas armadas para buscar el aparato de Air France. No obstante, las autoridades han declarado que las posibilidades de encontrar supervivientes son mínimas.

La aerolínea brasileña TAM, por su parte, ha informado de que una de sus tripulaciones había divisado “puntos brillantes” en la superficie del océano, pero la fuerza aérea brasileña ha asegurado que un carguero que se encontraba en la zona no ha localizado señales de restos del avión.

De no encontrarse personas con vida, éste sería el peor accidente aéreo de los 75 años de vida de Air France y el que más víctimas reportaría desde que se estrellase uno de los aviones Concorde de la aerolínea el año 2000.

Según ha informado la compañía, la aeronave se vio inmersa en una zona de tormentas unas tres horas y media después del despegue y envió un mensaje automático indicando fallos eléctricos y que un “rayo” podría ser el responsable de los fallos.

HIPÓTESIS DEL ACCIDENTE

Por su parte, expertos en aviación señalan que la caída de un rayo, por si sola, no explica un desastre. Según indican, un fallo eléctrico podría haber afectado a los instrumentos de navegación, dejando a los pilotos “efectivamente” ciegos en medio de un área de notorio mal tiempo.

Aunque todavía es pronto para determinar las causas del accidente, y a la espera de los datos de la caja negra que serán sin duda reveladores, las posibles hipótesis se centran en los efectos de la tormenta. Así, no se descarta que la caída de un rayo pueda haber afectado a los sistemas de navegación o a los controles de vuelo del avión, haciendo incontrolable el aparato.

Cabe también la posibilidad de que el aparato sufriera una pérdida de combustible, en medio del Océano y sin contar con opciones para aterrizar en un aeropuerto próximo.

Además, podría apuntarse a un posible engelamiento severo o a unas fuertes turbulencias, que podrían haber afectado a las performances o a la estructura del avión (a la integridad del mismo), que habrían hecho involable el aparato sin un aeropuerto cercano para aterrizar.