Esta es una pequeña ‘guía práctica’ para quienes piensan en ser pilotos.

Cuando una persona está interesada en formar parte del apasionante mundo de la aviación y empieza a buscar información al respecto, son numerosas las dudas y cuestiones que le surgen a medida que va profundizando en el tema.

Llegar a ser un piloto comercial es un proceso que lleva su tiempo y que supone un desembolso económico importante, esto hace que la toma de decisiones a la hora de elegir la escuela y dar los pasos siguientes a la búsqueda del primer empleo sea un tema complejo y difícil.

La información es necesaria y condicionará nuestro futuro profesional, por tanto cuanto más se informe un aspirante a piloto mejores decisiones tomará y más sorpresas se evitará.

¿DE VERDAD QUIERO SER PILOTO?
«Siempre me han gustado los aviones y desde niño he soñado con estar a los mandos de un reactor, además flipé de lo lindo cuando vi por primera vez Top Gun» Je, je, ¿qué persona interesada en ser piloto no ha pensado esto alguna vez?

Llegado el momento de decidir qué puede hacer uno en la vida y habiendo tenido en mente la idea de ser piloto comercial, a uno le entran los miedos…. ¿de verdad quiero ser piloto?

Antes de tomar la decisión hay que considerar los siguientes aspectos:

LO POSITIVO
– Las compañías de pasajeros ofrecen una cierta estabilidad laboral.
– Se trabaja en la oficina con las mejores vistas del mundo.
– Al llegar a casa y colgar el uniforme olvidas todos los problemas del trabajo.
– Se viaja mucho y se conocen muchos lugares y culturas.
– Se siente que uno está en el meollo, que el mundo se mueve bajo tus pies, que se domina un bicho que vuela a casi 1.000 km/h (y a veces más).
– Dispones de días libres entre semana, por lo que evitas las aglomeraciones del fin de semana, y una programación variable.
– Estás en una profesión que apasiona y una de las pocas donde nos peleamos por trabajar, por llevar el avión.
– Es una profesión bien reconocida y de prestigio.
– Está bien remunerada económicamente, permite una vida muy cómoda.
– Se sigue un escalafón, por lo que no hay ‘trepas’ en el trabajo.
– Cuando pasas a comandante, eres Dios.

LO NEGATIVO
– Es una profesión con cierto grado de estrés. (Se dice que el vuelo consiste en un 80% de aburrimiento y un 20% de estrés).
– Puedes llevar una vida con cierto desarraigo con los amigos. (Los horarios no son siempre compatibles con las personas de tu entorno).
– El precio de la formación es alto y el camino es largo.
– La soledad de los hoteles puede hacerse dura.
– Muchas veces no puedes coincidir con las vacaciones de la familia.
– Las radiaciones solares y los cambios de sueño (jet-lag) pueden tener consecuencias en la salud todavía no conocidas.
– Es el colectivo profesional con el índice más elevado de fracaso matrimonial.
– Mientras eres copiloto, tienes que aguantar todos los caprichos del de la izquierda.

No obstante, hay que considerar también que el mundo de la aviación comercial no consiste exclusivamente en líneas aéreas, hay también otras opciones profesionales que deben considerarse.

Por otro lado, en la mente del interesado también se dan las preguntas siguientes: ¿valdré yo para ser piloto?, ¿me gustará pilotar aviones? Indudablemente has de disponer de unas aptitudes para acceder a esta carrera. Algunas personas con mala coordinación no pueden aspirar a ser piloto comercial, así como aquellos con discapacidades menores (como, el daltonismo, el exceso de dioptrías o la altura inapropiada).

Valer o no valer es cuestión de esfuerzo personal y ganas de hacerlo bien. Lo de gustar o no, lo mejor que se puede hacer es contactar con algún piloto para alquilar una avioneta y saber lo que es ‘coger los cuernos’ (no hay que tener vergüenza, cualquier piloto lo hará encantado si eres tú el que pagas el avión).

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