Factor sorpresa en aviacionLos pilotos, desde que comenzamos nuestra formación para ser piloto, aprendemos, practicamos y simulamos emergencias y muchas circunstancias de fallos, errores o posibles circunstancias complicadas.

Es parte de nuestro aprendizaje, y fundamental para garantizar la seguridad del vuelo, incluso en los peores momentos. Practicamos fallos de motor, fuegos, pérdidas, fallos de frenos, de los diferentes sistemas, incapacitaciones y un largo etcétera… Tratamos de practicarlo hasta casi automatizarlo y hacerlo con total naturalidad.

Todo este trabajo de base, es fundamental, pero hay algo que es determinante para que una situación complicada acabe bien o mal:

El factor sorpresa en la aviación

Puedes practicar un fallo de motor mil millones de veces, saberlo de memoria e incluso tenerlo completamente automatizado. ¿Significa eso que lo vayas a hacer bien en un caso real? NO.

Evidentemente, la práctica te acercará mucho al éxito, aunque no te lo garantiza, pero… ¿por qué? Sencillamente por el factor sorpresa.

El factor sorpresa es un monstruo difícil de dominar, al que se puede vencer, pero que a veces nos puede jugar malas pasadas. Desde el piloto más novato al más experimentado, en algún momento, hemos sufrido en mayor o menor medida este efecto sorpresa, que se puede manifestar de diferentes maneras.

Bajo mi punto de vista, el más peligroso de los efectos puede ser la incapacitación completa del piloto, un bloqueo mental, absoluto, que se conoce como «quedarse en blanco«. Si no lo has vivido en vuelo, tal vez lo hayas experimentado ante algún examen hace años o situaciones parecidas que te han dejado, congelado.

Otra reacción habitual es la de los nervios que se traduce en hacer todo muy rápido. Esto habitualmente conlleva, olvidarse de cosas, mezclar procedimientos o confundir el orden de los pasos. Un uso tranquilo de las checklist, un par de respiraciones para sosegarte pueden ser un buen remedio para este tipo de reacción.

El «chute» de adrenalina, esto es lo más habitual, tu cuerpo genera en segundos cantidades ingentes de adrenalina que ponen a tu cuerpo en alerta máxima y te activan, poniendo todos tus sentidos al límite de sus capacidades para poder ayudarte a salir de esa situación. Es la reacción de «huida» como si viniera un león a por ti.

Esta situación te permitirá dar lo mejor de ti durante los primeros minutos, pero después, tu cuerpo será sencillamente un lastre, puesto que la bajada de adrenalina te provocará un agotamiento muy fuerte.

Cada situación, de forma individual, nos puede llevar a cada uno de nosotros a tener una reacción. Y manejar la situación, teniendo claro lo que has de hacer, sabiendo reaccionar si nos quedamos «en blanco» o si nos da por correr en los procedimientos…

En cualquier caso, debemos enfrentarnos siempre con las mayores opciones de éxito ante el factor sorpresa, para que sus consecuencias negativas, estén lo más mitigadas posible por nuestros conocimientos y experiencia.

👨🏻‍✈️ Buenos y tranquilos vuelos!