Adrián Ambrosio 
02/03/2023 
En la aviación, las malas decisiones, suelen tener un alto coste, tanto es así, que nos pueden costar la vida…
Como todo piloto, he tenido, tengo y tendré malas decisiones. Es el error humano, y por mucho que tratemos de mitigarlo, siempre va a existir. Es parte del juego.
Durante mi etapa de trasladar aviones y dar clases particulares, realicé un vuelo internacional con un ultraligero, en unas condiciones meteorológicas que ya se preveían complicadas.
Con un calendario apretado, unos requisitos muy concretos por parte del alumno/cliente y una meteo que empeoraba cuanto más se fuese a retrasar todo… el «mejor escenario» era salir cuanto antes.
El vuelo consistía en llegar a Holanda y volver. No puedo dar muchos más datos por privacidad, pero fundamentalmente, sobrevolaríamos toda Francia, de Sur a Norte y vuelta.
Un frente frío amenazaba la ruta de vuelta.
El último tramo de Francia, antes de parar cerca de los Pirineos, fue una mala decisión…
El frente había entrado, mi alumno/cliente presionaba para volver cuanto antes, yo también tenía que volver a casa con relativa prisa y toda esta situación nos llevó a volar en un día en el que no debíamos haber salido a volar.
Mala meteo, nubes, mucha lluvia, turbulencia, montañas y un vuelo muy bajo para evitar estar dentro de esas nubes.
Sin duda, una mala decisión. Afortunadamente, estoy aquí para contarlo y sobre todo, para tratar de evitar que tú puedas tomar una decisión así que ponga en riesgo la seguridad del vuelo.
Porque absolutamente nada vale más que tu propia vida, ni las prisas, ni el dinero, ni el afán aventurero.
Y te cuento esta historia con el único propósito de que puedas aprender de mis errores para evitarlos tú. No me siento para nada orgulloso de aquello, me equivoqué y me pudo costar la vida, pero el aprendizaje que obtuve tras aquello ha sido algo muy valioso que quería compartir contigo. Espero que te resulte útil.
