volar proximamenteLa nueva normalidad post-covid se está asentando en el mundo de la aviación. Las restricciones se levantan y próximamente volveremos a volar. ¿En qué condiciones?

La situación generada por el coronavirus en la aviación mundial es de tal magnitud que se esperan cambios trascendentales.

De entrada, las compañías aéreas deberán reducir su tamaño para hacer frente a la menor demanda de pasaje. A las restricciones sanitarias de vuelo se sumarán los efectos de la crisis económica que ha de venir.

El éxito será para aquellas compañías aéreas que sean capaces de reducir su tamaño en menor medida que el resto.

La primera consecuencia de esta crisis será la pérdida de negocio para la industria aeronáutica. Tanto Airbus como Boeing deberán reducir significativamente la fabricación de aviones para hacer frente al parón. Un balón de oxígeno para Boeing, quien podrá recuperar posiciones y organizarse en el caos donde se encuentra.

 

LAS COMPAÑÍAS AÉREAS SON NECESARIAS

La aviación es un sector estratégico para cualquier país. Se ha revelado como algo necesario. Los departamentos de Asuntos Exteriores de todos los países han sufragado vuelos de repatriación de nacionales dispersos por el mundo. Las pérdidas multimillonarias de las aerolíneas deberán ser compensadas por los gobiernos respectivos.

Las compañías europeas más afectadas han pasado a sólo operar el 1% de sus vuelos en abril y mayo. Los costes semanales que tiene que hacer frente una aerolínea se mide en cientos de millones de dólares. En esta despresurización explosiva, el control del cash flow –la caja– será lo que proporcione el oxígeno necesario para completar el descenso de emergencia y llegar sanos y salvos.

 

Pocas aerolíneas pueden presumir de una buena caja. Afortunadamente para España, ese es el caso de Iberia. La compañía no descarta continuar con la compra de Air Europa a pesar del panorama actual. Tampoco renuncia a la incorporación de nuevos A350 este año y el A320XLR en el próximo. Pero ¿cuál es el futuro que se espera?

INCERTIDUMBRE

Las expectativas son de mucha incertidumbre. Algunos analistas consideran que hasta el año 2023 la aviación comercial no alcanzará niveles del pasado año.

Se espera una recuperación parcial en junio, con la reanudación de vuelos entre capitales europeas. Algunos destinos de largo recorrido serán operados con frecuencias semanales muy reducidas. Otros destinos no estarán disponibles por las prohibiciones de entrada impuestas por los gobiernos locales.

En julio se espera una recuperación significativa de pasaje si se mantiene una evolución favorable del COVID19. Europa establecerá acuerdos para permitir el traslado de pasajeros a destinos turísticos, especialmente en el sur de Europa. Para entonces se empezarán a aplicar los nuevos protocolos de seguridad e higiene.

 

LA NUEVA NORMALIDAD

Las compañías aéreas esperan volver a una cierta normalidad después del verano o a finales de año. En Asia se están recuperando vuelos internacionales entre aquellos países que han establecido protocolos mediante acuerdos bilaterales. Esto ha permitido volver a operar el 85% de los vuelos para algunas compañías aéreas, lo que significa tener el 100% de las tripulaciones operativas.

La nueva normalidad en la aviación será diferente a lo que hemos conocido hasta ahora. La seguridad médica tendrá un valor mayor que la puntualidad de un vuelo. Los parámetros cambian, y las estrategias de las compañías de aviación también, que deberán aliarse con importantes grupos médicos para hacer frente a la nueva normalidad sanitaria.

Iberia se ha aliado con el Grupo Quirónsalud para hacer frente a la aviación post-COVID19. Implementará mecanismos para la protección, prevención, higiene y Seguridad Médica en sus vuelos. Habrá que estar atentos para ver qué estrategias siguen otras compañías aéreas y cómo se adapta la aviación a los cambios sanitarios necesarios.