En este artículo, José María Pérez Sastre explica un sistema para poder intercalar los periodos de sueño y de vuelo de forma efectiva, conocido como el sistema de Crédito y Débito  Los trastornos del sueño en los pilotos son especialmente característicos en los vuelos que cruzan más de cuatro husos horarios en sentido Este-Oeste y viceversa así como en los vuelos Norte-Sur de comienzo temprano o de larga actividad. El sueño es necesario no sólo como reparador energético de las energías gastadas durante el día sino también como regulador esencial en los procesos mentales. De esta manera, los tripulantes aéreos deben considerar los periodos de sueño de forma activa y planificada para que durante los vuelos tengan su máxima eficiencia física y mental, en especial durante las fases de despegue y aterrizaje. El problema como bien saben los pilotos, es que habrá muchas ocasiones que tendrán que volar cuando lo que les apetece es dormir, y al revés, en otras tendrán que dormir cuando lo que les pide el cuerpo es estar despiertos. La solución ni es única ni fácil, pero todos tenemos claro que para evitar la fatiga hay que dormir, y la pregunta del millón es cómo intercalar los periodos de sueño y de vuelo de manera efectiva. Este sistema básico conocido en la aviación desde hace tiempo puede ser un comienzo sencillo para aquellos pilotos que tengan todavía problemas o dudas.

Sistema Crédito/Débito

El ciclo vigilia-sueño se puede concebir como un sistema de crédito/débito de tal manera que cada individuo gana dos puntos u horas de vigilia por cada hora de sueño y se reduce un punto u hora por cada una que esté despierto. Por supuesto es una aproximación general ya que la cantidad requerida por cada persona es variable y depende de factores tales como la hora del día, la temperatura corporal, el trabajo a realizar, el estado de alerta o la cantidad de sueño dormida anteriormente. La máxima cantidad de crédito disponible son 16 puntos. Un periodo de sueño de 12-14 horas da lugar a un crédito de 16 horas de vigilia siguientes, no de 24-28 horas aunque si se acorta la actividad y uno se acuesta antes, es evidente que como mantiene todavía un crédito, el sueño es probable que no sea muy bueno. Cuanto más crédito tienes, más despierto estás y mejor es la actividad cuanto menos crédito, más fácil es dormirse y que el sueño sea bueno. En términos generales una persona no sujeta a turnos ni cambios de ritmos circadianos, suele dormirse cuando no tiene crédito por la noche. El sueño suele durar 6-8 horas y se sigue de un periodo de vigilia diurno de unas 16 horas, que terminará en otro ciclo de sueño cuando se agote el crédito. El problema es que el piloto no es un sujeto normal en términos de vigilia-sueño

Las siestas: Equilibrio para el sistema Crédito/débito

Dada las peculiaridades del trabajo de los pilotos, la forma de equilibrar las deficiencias del sistema crédito/débito será habitualmente a través de las siestas o de periodos de sueño a horas irregulares. La capacidad restauradora de la siesta depende de la hora del día, de la duración y del crédito/débito de cada individuo. En general siestas de no menos de 20 minutos parecen las más restauradoras y mejoran el estado de alerta subsiguiente. Es importante recordar que al despertarse de una siesta o periodo de sueño habrá un periodo de reacción lenta que puede variar entre 5-15 minutos, por eso en caso de dormir siestas en el avión, la recomendación general es estar despierto al menos 1 hora antes del descenso.

Recomendaciones para los vuelos corto recorrido

El piloto tendrá que planificar sus horas de sueño y vigilia según la programación de las líneas. En las que comiencen temprano, parece claro que hay que dormir la noche previa un número de horas suficientes para tener crédito el resto del día. Cuando el comienzo es por la tarde o por la noche, las dificultades son mayores. Hay dos posibilidades: o se va uno a la cama en la noche previa muy pronto y se levanta pronto para poderse echar una siesta antes del vuelo o todo lo contrario, te acuestas tarde para