Desde hace unos años se ha producido un aumento en el número de pasajeros que se comportan de manera alborotadora. He aquí algunas claves. Según varios estudios, en los últimos años se han duplicado y triplicado los casos de pasajeros alborotadores. En el mes de octubre de 1999, Iberia decidió impedir a varios ejecutivos volar en sus aviones en tanto en cuanto no se aclarasen los incidentes que ocurrieron en el vuelo Madrid-Lima del día 21, después de que estos pasajeros insultasen y agredieran a varios miembros de la tripulación de cabina. Todo empezó al parecer cuando el piloto anunció un retraso de varios minutos en el despegue.

Esto no es nuevo, desde hace unos años venimos asistiendo a un aumento en el número de pasajeros que se comportan de manera alborotadora y subversiva, lo que se ha venido a denominar en el ámbito sajón Disruptive Passenger Syndrome y que aquí se podría acuñar como Síndrome del pasajero alborotador.

Según estudios realizados por varias compañías, en los últimos años se han multiplicado por dos y por tres los casos de pasajeros alborotadores que han alterado el viaje.

Se caracteriza por un pasajero alterado que interfiere con las obligaciones y funciones de la tripulación, perturbando la quietud normal del ambiente de cabina, molestando a la tripulación y al resto del pasaje pudiendo llegar a crear un ambiente inseguro. Se manifiesta de forma múltiple pero combina básicamente un comportamiento antisocial con el uso de alcohol con pérdida de control. Los incidentes, aunque pueden ser dirigidos al resto del pasaje, son fundamentalmente encaminados hacia la tripulación del avión.

Pueden variar desde aproximaciones insolentes, frases inadecuadas, requerimientos inapropiados, frases soeces, insultos, falta de respeto a la tripulación y al pasaje, hasta un verdadero comportamiento agresivo, violento , incluso ataques de ira, por lo que se ha denominado también Air rage.

  • FRECUENCIA

American Airlines ha informado que la frecuencia de estos casos se ha multiplicado por tres entre 1994 y 1995 (296 a 882 casos). United Airlines reportó que entre 1995 y 1996 se habían doblado el número de incidentes (226 a 404) en sus aviones.

En 1997 en el Reino Unido, de un total aproximado de 85MM de pasajeros, hubo 88 casos con incidentes violentos. Desde 1994 (87 casos), 1995 (90), 1996 (101), el promedio anual se mantiene cercano al centenar de casos.

Un interesante estudio sobre una compañía canadiense citado en el National Post On Line, reveló que el 30% de una muestra de 400 Tcps con más de 10 años de antigüedad habían sido intimidados verbalmente por pasajeros en algún momento de su carrera profesional. Así mismo, el 23% había tenido que intervenir alguna vez ante una pelea entre pasajeros y el 24% había presenciado como un pasajero manipulaba o forzaba una salida o algún equipo de seguridad.

En 1998, un pasajero finlandés Mikaeinar Peterson murió a bordo de un avión de la compañía Malev. Esta persona había estado molestando al resto del pasaje en el vuelo de Bangkok a Budapest. Supuestamente golpeó a uno de los pilotos e intentó ahogar a uno de los TCP. La tripulación con ayuda del pasaje le ató a un asiento y un doctor que se encontraba a bordo le inyectó un tranquilizante. La autopsia mostró que había muerto por la mezcla del tranquilizante con alcohol y drogas. Al parecer fue visto cómo ingería pastillas por el resto del pasaje y por supuesto había bebido demasiado alcohol.

Muchos más ejemplos podrían ilustrar el incremento de estos casos y aunque los casos más graves son ciertamente infrecuentes -teniendo en cuenta el elevado número de pasajeros-, hemos tenido la oportunidad de constatar con nuestros tripulantes cuán frecuentes son algunos altercados leves, casi siempre verbales y con fácil resolución.

  • CAUSAS Y MECANISMOS PSICOLÓGICOS

Los propios TCP del estudio canadiense comentado explicaban como causas fundamentales:

1- falta de espacio en cabina
2-diferencias entre lo prometido y la realidad del vuelo
3- prohibición de fumar
4- restricciones en el equipaje de mano
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