En el entorno social en el que nos desenvolvemos se dan las condiciones propicias para fomentar este tipo de técnicas de ‘acoso y derribo’. La situación de acoso moral en el trabajo está teniendo caca vez más respuesta ante los tribunales, pudiendo llegar a ser considerado en algunas ocasiones como delito. «El mobbing o terror psicológico en el ámbito laboral consiste en la comunicación hostil y sin ética, dirigida de manera sistemática por uno o varios individuos contra otro, que es así arrastrado a una posición de indefensión y desvalimiento, y activamente mantenido en ella…»

  • PERFIL DE LA VÍCTIMA

La mayoría de las investigaciones coinciden en señalar que las víctimas del acoso laboral son personas con elevado sentido de la ética que en muchos casos han renunciado a mantener una postura intransigente con las situaciones injustas, propias o del entorno. Se puede dar en todos los sentidos: superiores contra subordinados, entre compañeros del mismo nivel, e incluso contra un superior, aunque en este último caso es mas raro.

La víctima del acoso en ocasiones tiene un alto grado de ingenuidad, y no sabe bien cómo funcionan a veces las empresas. El que llegue una persona muy brillante a veces es percibido por los demás como una amenaza, por lo que las personas un poco avezadas se preocupan de no hacer ver cuáles son todas sus capacidades o activos, hasta que no conocen bien su entorno. La víctima de acoso laboral no tiene esta percepción y precisamente por ese grado de ingenuidad que lo caracteriza se hace mas vulnerable a las envidias.

  • PERFIL DEL ACOSADOR

El acosador laboral es una persona con escasa autoestima, mediocre, que a veces se encuentra en ese puesto después de haber transigido con ciertas cosas, con poco control, falta de transparencia y a veces puede llegar a tener incluso rasgos paranoides.

Este parece ser el caldo de cultivo de este fenómeno: grandes organizaciones (cabe decir determinadas formas de organización del trabajo). En general, las organizaciones fuertemente burocratizadas, con mayor grado de rigidez y/o desorganización, parecen ser más proclives a la aparición de comportamientos de acoso. En ellas se diluye más el comportamiento de abuso en los puestos de mediana responsabilidad, es mas difícil que llegue a ser castigado el comportamiento del acosador.

Es en el ámbito de la prevención de los riesgos laborales en el que el concepto de mobbing, bullying o acoso moral ha sido desarrollado históricamente por diversos científicos y psicólogos, cuyos postulados se han incorporado en documentos institucionales como la Nota Técnica Preventiva (NTP) 476 del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), aportando nuevas claves objetivas para la identificación del acoso moral:

«(…) situación en la que una persona (o en raras ocasiones un grupo de personas) ejercen una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y recurrente (como media una vez por semana) y durante un tiempo prolongado (como media unos seis meses) sobre otra persona o personas en el lugar de trabajo, con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o víctimas, destruir su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr que finalmente que esa persona o personas acaben abandonando el lugar de trabajo».

  • LA LENTA ALTERNATIVA AL DESPIDO

La situación de acoso moral en el trabajo está teniendo caca vez más respuesta ante los tribunales, pudiendo llegar a ser considerado en algunas ocasiones como delito. Generalmente acaba con el despido procedente con indemnización por parte de la empresa

En el entorno en el que nos movemos, y más concretamente en uno tan competitivo como el de la aviación comercial actual, en el que la competencia es despiadada, es mas fácil que se puedan distorsionar las situaciones de acoso.

Sin embargo pocos son los casos que se denuncian dada la extrema desigualdad existente y la posición de debilidad que tiene el trabajador en el entorno de la empresa. Los compañeros que ven cómo se está produciendo el acoso no se atreven a denunciarlo pues tienen m