En la segunda entrega de este artículo, Jorge Macías hace un repaso de los mejores pilotos acrobáticos del presente, que ya se han convertido en una leyenda. Ramón Alonso durante una exhibición Vytas Lapenas, siempre observando a sus pupilos, incluso cuando compite Alex McLean firmando autógrafosGracias a Castor Fantoba debemos la creación de la Copa Triangular

  • https://www.extracrew.com/articulos.asp?id=502Puedes ver la primera parte, Leyendas de la acrobacia aérea española (I), haciendo clic aquí

RAMÓN ALONSO

(Tetuán, 1957)

Comienza su carrera aeronáutica en la Escuela Nacional de Aeronáutica. Actualmente es comandante de A-340 de Iberia.

Auténtico cosmopolita de los deportes aéreos y ganador en todos ellos. Comenzó con el ala delta en el equipo Wrangler Campeones de España del 79 y 80 y participo en los Campeonatos del Mundo del 81 y 82.

También practicó el paracaidismo ostentando varios Campeonatos de España y numerosos récords de la época. Fue entonces cuando comenzó la práctica del vuelo acrobático. Tal fue su pasión que hoy día, 25 años después, no deja de entrenar incansablemente en busca de la perfección.

Su currículum deportivo es extenso y abrumador. En el 85 consigue ser Campeón de España de categoría Elemental y Deportivo. En el 86 se proclama subcampeón absoluto para a partir del 87 hasta la actualidad gana todos los Campeonatos de España de Ilimitado, a excepción del de 2002. El último de ellos, en el 2006, demostró estar en mejor forma que nunca.

Eso, dentro de nuestras fronteras. Fuera, en el 95 consigue la medalla de bronce en los Campeonatos de Europa. En el 97 es séptimo clasificado de los primeros Juegos Aéreos Mundiales. En el 99 es subcampeón de Europa escapando la victoria por poco. En el 2001 consigue la medalla de bronce en el programa 4 minutos de los segundos Juegos Aéreos Mundiales. Finalmente, en el 2002 no lo dejó escapar y se proclamó Campeón de Europa en los cielos de Lituania.

Ha participado en innumerables exhibiciones así como las prestigiosas FAI Grand Prix y Briettling Series, reservadas a los diez mejores pilotos del mundo. También en varias mangas de la Red Bull Airrace cuando estaba en estado embrionario.

Amigo y de gran influencia de la escuela rusa, fue el primer occidental propietario de un Sukhoi 26 cuando estos no estaban disponibles fuera del bloque del Este. Después pasaría a volar el Sukhoi 31 que es su máquina habitual.

Su nombre y éxitos están siempre ligados a su entrenador y amigo Vytas Lapenas, con el que comenzó a trabajar años atrás.

En la actualidad dedica todos sus esfuerzos y entrenamientos en busca del único titulo que todavía le falta: el de Campeón del Mundo.

VYTAS LAPENAS

(Lituania, 1958)

En su Lituania natal comienza a volar dentro del sistema comunista de Aeroclub a los 17 años. Con sólo 22 ya era Campeón de Lituania de Acrobacia. Ascendiendo con una carrera meteórica, en el 85 se proclama Campeón de la Unión Soviética, lo cual es lo mismo que decir el mejor de los mejores.

Debuto en los Mundiales en el 88 para en el 89 quedar en la cuarta posición en los Campeonatos de Europa. Ascendiendo como la espuma, en el 89 sufre un accidente en una exhibición contra unos árboles al tratar de evitar al público asistente a la prueba. Pese a que en el accidente perdió una pierna y se produjo graves lesiones y quemaduras, fue el comienzo de la leyenda.

Inicialmente luchó por su vida, después por caminar, más tarde por llevar una vida normal y finalmente por volar. Y no volar de cualquier manera, sino como el Campeón que es.

En el 90 comienza a entrenar a su amigo Ramón Alonso convirtiéndose en entrenador del Equipo Nacional hasta la actualidad. Todos los pilotos acrobáticos españoles han pasado por sus manos, siendo capaz de sacar lo mejor que cada uno de ellos lleva dentro.

A la vez, él mismo demostró de lo que era capaz en el 95 proclamándose Campeón de Lituania. En el 2001 termino en el puesto 20 en los Campeonatos del Mundo, ganándose el respeto y la admiración de toda la comunidad internacional. En los Campeonatos Europeos, en el 2002 es octavo con la doble satisfacción, de conseguir la medalla de bronce en el programa Q a la vez que su amigo y pupilo