Reflexiones de un piloto de Iberia sobre la salida de la compañía del aeropuerto de El Prat.
Vista exterior de la entrada a la Terminal B de El Prat. Como piloto y trabajador de Iberia quisiera hacer algunas puntualizaciones sobre la "salida" de Iberia del aeropuerto de Barcelona.

Sorprende que no se cuestione que los vuelos desde Barcelona sean deficitarios, tal y como asegura Iberia. Comprueben índices de ocupación de vuelos a Atenas, Milán o Sevilla. Prueben de encontrar un hueco para ir a las islas y verán que la ocupación es altísima. Nadie cree que con esa demanda los precios estén por debajo del coste.

La estrategia de Iberia consiste en "participar" en una nueva compañía aportando el 90% del capital y quedándose sólamente con el 20%. ¿Cómo se explica esto?

Iberia se encuentra con un problema: ha de llenar la nueva Terminal 4 de Barajas con el mismo número de aviones y pilotos que hace cuatro años… ¿Cómo conseguir los aviones? A falta de pilotos la solución inmediata pasa por retirar aviones de la supuestamente "deficitaria" Barcelona para llevarlos a Madrid. Ya habrá tiempo de recuperar slots con la ampliación del aeropuerto de Barcelona.

En referencia a los cientos de trabajadores de Iberia en Barcelona (nadie habla de nosotros) sólo cabe esperar un futuro difícil. Aunque no es mi caso, muchos empleados se quedarán sin trabajo o bien deberán aceptar trabajar por menos salario y en peores condiciones en la futura compañía de bajo coste.

Desde que Bruselas liberalizara el mercado aéreo europeo se producen constantes abusos contra los trabajadores y con total impunidad, especialmente en las de bajo coste. Recuerden las movilizaciones del pasado verano por las condiciones laborales de los trabajadores de Ryanair en Girona.

La estrategia de Iberia consiste en "participar" en una nueva compañía aportando el 90% del capital y quedándose sólamente con el 20% ¿cómo se explica esto? Clickair, así dicen que se llamará, después de 3 años de beneficios y haciendo todas las conexiones de Iberia a través de Barcelona, pasará a ser propiedad de la compañía en un 80%, quedando el resto repartido entre los otros cuatro socios. Dicho de otro modo: cientos de trabajadores despedidos tendrán que aceptar peores condiciones laborales y menor sueldo, haciendo el mismo trabajo para el mismo empleador.

Mientras, Barcelona sigue ampliando su oferta de bajo coste, pero ¿para qué tipo de pasaje? No quiero imaginar la ciudad llena de hooligans borrachos. La reducción de vuelos regulares reduce la flexibilidad en desplazamientos y como advierte Antonio Argandoña, de IESE, puede dañar el turismo de alto nivel y la instalación de sedes empresariales.

El señor Conte, Presidente de Iberia, a mi modo de ver ha cometido varios errores en esta apuesta de la que espero y deseo que mi compañía no salga mal parada. Tras los problemas de asignación de slots y el desencuentro con los trabajadores, la falta de diálogo con la Generalitat y otros interlocutores en Cataluña está dañando enormemente la imagen de la compañía.

Asegura que el puente aéreo seguirá operando, la unidad de negocio más rentable de la compañía. Habrá que ver si el servicio mantiene la calidad y agilidad de cuando Barcelona disponía de varios aviones de reserva para cualquier incidencia con el puente aéreo.