¿Qué pasa entre pilotos y dirección?   En los últimos días los aviones de Iberia han experimentado unos retrasos considerables que han afectado a casi la totalidad de los vuelos de la compañía. Los motivos son varios, como la meteorología adversa con el temporal de nieve y frio, o los problemas relacionados con el mantenimiento de los aviones, pero el Sepla apunta a la falta de pilotos para cubrir la programación de vuelos de la compañía Iberia como principal causa.

El director de la compañía Iberia, Enrique Donaire, ha acusado abiertamente a sus pilotos de ser causantes de esta situación, y a la sección sindical de Sepla-Iberia de manipular y orquestar una huelga de celo encubierta para provocar enormes retrasos. La reacción del líder sindical, Justo Peral, no sólo ha sido desmentir la acusación sino que exige una rectificación por parte del director general, amenazando con acciones judiciales si no lo hace en un plazo de cuatro días.

La ruptura entre Iberia y Sepla se produce tras casi once meses de negociaciones con la sección sindical más dialogante y negociadora que se recuerda en el sindicato. Tras el paso de otros cuatro jefes sindicales, Justo Peral, haciendo honor a su nombre, buscó un acuerdo justo que permitiera un marco de relaciones estable y duradero entre la empresa y sus pilotos.

En este contexto, el sindicato llegó a aceptar una congelación salarial para los años 2005, 2006 y parte del 2007, así como ceder en ciertas medidas de productividad. Pero, según informa el sindicato, cuando se iba a firmar el acuerdo la compañía presentó un "régimen disciplinario del comandante" que debía regular el ejercicio profesional de los pilotos de la compañía, y que el sindicato consideró inaceptable por afectar a la seguridad de los vuelos.

Según este régimen, un comandante podría ser despedido por cargar más combustible en el avión o retrasar un vuelo. La compañía lo justifica por dar un mejor servicio al cliente y conseguir una mayor economía en los vuelos, pero el Sepla denuncia que ese régimen iría contra la seguridad del vuelo y contra la libertad del comandante para rechazar un avión que no esté en condiciones óptimas de vuelo.

El enfrentamiento provocó una ruptura en las negociaciones y la convocatoria de asambleas informativas en las que el sindicato explicó a los pilotos el estado de las negociaciones y pidió explícitamente a sus afiliados que exigieran el cumplimiento de los descansos de vuelo y actuaran según el manual autorizado de la compañía. El sindicato insistió ante los pilotos que no se trataba de una huelga de celo y pidió que fueran muy cautos para no incumplir ninguna normativa legal.

¿POR QUÉ SE PRODUCEN RETRASOS Y CANCELACIONES EN IBERIA?

Los pilotos de Iberia están exigiendo los descansos legales establecidos en el convenio colectivo para antes y después de cada serie de vuelos. Esto no debería provocar grandes retrasos, si no fuera porque la plantilla de pilotos ha ido decreciendo a lo largo de los últimos años, pasando de 2.000 en 2004 a 1.700 pilotos en 2008, mientras la productividad ha crecido.

Los límites de actividad establecidos por la Dirección de Aviación Civil son muy estrictos, y no permiten juntar secuencias de días de vuelo sin descanso para salvaguardar la seguridad del vuelo y, en última instancia, de los pasajeros. Los pilotos han de preservar unos límites de actividad mensuales, trimestrales y anuales, que nunca están autorizados a superar.

La meteorología adversa de los últimos días, con temporales de nieve y frío, con áreas de engelamiento severo en la atmósfera, fuertes vientos y baja visibilidad, han provocado fuertes retrasos y algunas cancelaciones.
Adicionalmente los problemas asociados al mantenimiento de los aviones, con escaso personal en Iberia y falta de repuestos, han provocado la ampliación de "diferidos", averías que no se pueden reparar en los aviones por falta de tiempo o material, y todo ello ha provocado más retrasos y cancelaciones.

Todos estos factores han provocad