¿CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

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AIR EUROPA

Por iniciar la era del “Dreamliner”

B787 Air Europa

Air Europa se ha estrenado esta pasada semana con el B787, en un vuelo Madrid-Miami.

Si bien el aparato utilizado todavía no forma parte de los encargados por AEA –pertenece a la polaca LOT- cabe a Air Europa el mérito de haber iniciado las operaciones del Dreamliner en España, y a Juan José Hidalgo alcanzar una victoria estratégica que a buen seguro sabrá capitalizar del mejor modo posible.

La incorporación de esta unidad en alquiler, unido al anuncio de la instalación de un simulador de Dreamliner en la base de Palma de Mallorca, permitirá sin duda a las tripulaciones familiarizarse con el nuevo aparato, y afrontar el salto a la nueva tecnología de modo seguro y eficaz, a la vez que consolida a Air Europa como “compañía Boeing”. Algo que su presidente no oculta, pese a la presencia de algunos A330 y E195 en sus filas.   

   

  

 

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ASIANA

Por tropezar con la misma piedra

Acc. Asiana

O no. Porque para eso está aún abierta la investigación del accidente, aunque a estas alturas todo indica que el accidente de un A320 sufrido la pasada semana por Asiana Airlines en Hiroshima (Japón) se parece como una gota de agua a otra al que protagonizó esta misma compañía en el aeropuerto de San Francisco hace menos de dos años.

Aunque distintos aparatos –B777 y A320 respectivamente- ambos casos coinciden en una llegada por debajo de senda y a velocidad inadecuada que sugiere una pésima gestión de la aproximación. En el caso de San Francisco aquel día el sistema de aterrizaje instrumental estaba desactivado por mantenimiento, falta por saber si la similitud prosigue en las circunstancias.

Si se confirma finalmente que una deficiente formación de los pilotos -exceso de confianza en los sistemas automáticos, o falta de pericia en el vuelo manual- está detrás de ambos accidentes, Asiana estará ante un grave problema con sus tripulaciones técnicas que se puede traducir en desconfianza por parte de sus usuarios. Algo que en un mercado como el asiático, en constante ebullición, ninguna aerolínea se puede permitir.