¿CÓMO ESTÁ EL ESPACIO AÉREO?

Lo mejor y lo peor de la aviación civil

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TERRAFUGIA

Por ser el primer auto que vuela con certificación

Terrafugia

Parecía cosa de ciencia ficción, cuando en 1982 Ridley Scott imaginaba un futuro lleno de coches voladores en «Blade Runner«, pero he aquí que el futuro nos ha alcanzado – además tres años antes de ese 2019 en que se sitúa ese film de culto para los amantes de la ciencia ficción- con toda la contundencia de las cosas que se convierten en realidad. El Transicion de Terrafugia ya está aquí, y además certificado por la FAA.
La certificación como LSA además lo pone al alcance de cualquier PPL, que posea carnet de conducir además de licencia de piloto, claro. Es de esperar que pronto empiece a proliferar en los cielos norteamericanos este coche que vuela, o avión que rueda por carretera -según se mire- que no se caracteriza por su capacidad (son sólo dos plazas) ni por su ancho maletero, pero que mola un montón.
Lo que es seguro es que tardaremos bastante en verlo por aquí, por lo menos con matrícula E-C. ¿Se imaginan lo que puede ser obtener el permiso de circulación y el certificado de aeronavegabilidad para este «juguete» por estos pagos?

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ATENTADO EN ATATÜRK

Por hacer de los aeropuertos un lugar menos seguro

Aerop. Ataturk atent

Esta pasada semana sacudía las conciencias de todas las gentes de bien un nuevo atentado. Esta vez en el aeropuerto de Estambul.
Apenas repuestos de la masacre que destrozó las vidas de tantas personas en el aeropuerto de Bruselas, la barbarie golpea de nuevo brutalmente en la que fue puente entre Europa y Asia y cuna de culturas ancestrales. Cruel ironía, ya que con cada acto criminal de esta índole la Humanidad en bloque retrocede más y más hacia sus periodos más oscuros e ignorantes.
Otra vez el escenario es un gran aeropuerto; otra vez el ataque contra los usuarios del transporte aéreo, otra vez las víctimas son personas inocentes que partían o regresaban de viaje o sus familiares, que habían acudido a despedirles o a abrazarles a su regreso. O personas que se encontraban en su puesto de trabajo, tratando de hacer eso que llamamos «ganarse la vida», y sólo encontraron la muerte.
Este último atentado en un gran aeropuerto plantea un colosal reto si queremos recuperar la seguridad y la confianza en los establecimientos aeroportuarios en esta desigual guerra de guerrillas en la que nos han sumergido si pedir invitación. Es imprescindible plantar cara a la amenaza, pero ¿Dónde ponemos los controles? ¿A la puerta de casa?