En lo que llevamos de año se nos han ido siete personas, entre aviadores y acompañantes, los dos últimos hoy en Mutxamiel (Alicante). Es doloroso ver como nuestra amada aviación se va cobrando su tributo; si además has volado con alguno de ellos, el dolor es más grande y profundo.
Sinceramente, y hablando con el corazón, yo prefiero seguir volando que estar aquí abajo pero «muerto en vida».
Mi más sentido pésame a familiares, amigos y compañeros de las víctimas.
Descansen en paz.