Adrián Ambrosio 
15/02/2022 
En esta época del año, las nieblas suelen ser relativamente frecuentes, especialmente en algunos lugares.
Todos hemos vivido ese momento en el que vemos la previsión de la meteo desde casa antes de salir a volar, o nos hemos asomado por la ventana y hemos visto la situación… complicada.
A veces las ganas de volar nos pueden. Nos dirigimos al campo y nos mentalizamos de que si o sí vamos a volar, de que en el momento en que haya un claro salimos…
Y es en ese momento, cuando hay un claro, en el que todos vemos la luz. Preparamos todo, y tratamos de salir a volar, la niebla parece darte un respiro, y despegas.
Pero las nubes y la niebla se mueven.
Es entonces cuando el campo se vuelve a cubrir, el claro por el que saliste se ha desplazado y el sol no calienta lo suficiente como para disipar la niebla.
Como se conoce en el argot ”te has echado la foto”.
¿Cómo puedes evitar esto?
Cuando vayas a salir, cerciórate de que la dirección del viento te va a dejar un claro durante suficiente tiempo como para salir y volver. Que la temperatura está subiendo y el sol calienta el suelo lo suficiente. Es decir, no hay capas nubosas que cubran por encima de la niebla.
Así al menos, tendrás una pequeña garantía de que la situación tiende a mejorar y no a mantenerse… o empeora.
Las nieblas pueden ser traicioneras y hay que vigilar que no nos dejen en una situación comprometida.
